LA IGLESIA

La Capilla o Iglesia Es singular en la medida en que dispone de un esquema novedoso en lo que respecta a la planta y el alzado. LLama la atención que esta capilla o iglesia no tiene puerta abierta a la calle, ello es debido a que en origen se trataba de una capilla privativa del Colegio y por tanto no tenía culto al público.

El acceso desde la calle se realiza a través de la portada principal ya descrita. Atravesada la puerta de la calle entramos en un gran vestibulo. Dos puertas: la de la izquierda da acceso a la Capilla, la de la derecha a un segundo vestibulo al que también se puede acceder desde el exterior por la puerta situada al lado de la principal. Este segundo vestibulo permite el acceso al claustro y a la Capilla del Monumento como luego veremos.

En el muro a la izquierda, veremos un imponente caiman disecado colgado de la pared, reptil traido de las misiones americanas y que fue regalado al colegio.

Sobre este caiman existe una leyenda que dice asi: Convertido en feroz dragón por la leyenda, habitaba en el cauce del rio Turia atemorizando a las gentes que por allí se acercaban, y sin que nadie pudiera hacerle frente, hasta que un día un despechado y valeroso joven le hizo frente utilizando la astucia como aliada. Dotado de una armadura revestida de espejos logro inmovilizarlo al verse sorprendido el animal por la luminosidad que tal figura desprendia. Matólo entonces el joven con un golpe certero. Desde entonces quedó expuesto en el vestibulo de la Iglesia del Colegio del Patriarca. Popularmente se le conoce como el dragón del Patriarca.

A traves de una puerta de estilo clasicista, situada a la izquierda como hemos dicho, accederemos a la capilla del Colegio que desemboca a los pies de la iglesia justo debajo del coro alto. La portada está formada por una puerta adintelada, y a cada lado dos columnas corintias de fuste estriado sobre alto basamento. Estas sostienen un entablamento donde encontramos un friso con un relieve con el escudo del patriarca y rematado por un fronton triangular. El vestibulo se encuentra decorado con un alto zocalo de azulejos y en el techo por un plafon con una pintura alusiva a la Eucaristia y en él un texto con la divisa episcopal extraida del Genesis: "Tibi post haec, fili mi, ultra quid faciam" (Después de esto, ¿Que mas puedo hacer por ti, hijo mio?). Esta divisa y el escudo del patriarca lo encontraremos repetidas veces por todo el edificio. Se ilumina la sala a traves de una pequeña ventana que permite el paso de luz del exterior.

La capilla o iglesia fue realizada entre 1590 y 1595. Tiene planta de cruz latina de una sola nave, tres tramos y un cuarto tramo ocupado por el coro alto; en el crucero cúpula de ladrillo en forma de media naranja con tambor y linterna que apoya sobre pechinas. Al exterior el tambor dispone de ocho ventanas adinteladas entre columnas adosadas y una pequeña linterna en la parte superior. La cúpula se cubre con teja vidriada blanca y azul. La luz que penetra a traves de esta cúpula es totalmente insuficiente, lo que hace que la capilla permanezca siempre en una situación de semi-penumbra, casi con total seguridad que ese era el efecto deseado.

La decoración arquitectonica de la capilla se compone de grandes pilastras estriadas de orden corintio que descansan en altos pedestales. Estas sujetan el entablamento donde se apoyan las bóvedas con plementeria de ladrillo. Las capillas laterales que se abren a la nave principal, estan formadas por arcos de medio punto que descansan sobre pilares cuadrados estriados de menor tamaño.

Dispone la iglesia de dos capillas laterales no muy profundas, a cada lado de la nave central. En cada una de estas capillas luce un retablo dorado dedicado a virgenes o santos. A los pies de la iglesia se situa el coro alto. En la bóveda que sustenta el coro (sotocoro), destaca la clave de la bóveda y las pinturas alusivas a la Eucaristia. No hay que olvidar tampoco el revestimiento cerámico del zócalo, tradicional del arte valenciano y que rodea el interior del templo. Este está formado por azulejos de Talavera y se decora con dibujos de punta de diamante.

Los retablos de las capillas laterales fueron diseñados por Bartolomé Matarna y ejecutados por Francisco Pérez.

Todas las paredes interiores de la iglesia y de las capillas están pintados con interesantísimas pinturas murales al fresco con retoques a seco, del génoves Bartolomé Matarana (h.1550-h.1625), realizadas entre 1597 y 1605.

Bartolomé Matarana vino a España en 1573 de la mano de Fernando Carrillo de Mendoza, Conde de Priego. Después de trabajar para el conde en Cuenca, pasó por Segorbe y en 1597 recala en nuestra ciudad para ponerse al servicio de San Juan de Ribera y trabajar en la Iglesia del Corpus Christi. En 1605 terminado su trabajo vuelve a Cuenca y perdemos su rastro en la peninsula.

El trabajo pictórico comenzó por la cúpula, en ella vemos representadas ocho escenas del Antiguo Testamento (recogida del maná en el desierto en presencia de Moisés); en el tambor de la cúpula dieciseis profetas del Antiguo Testamento (Jeremias, Isaías, Ezequiel, Baruch, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Miqueas, Nahum, Habacuc, Jonás, Ageo, Zacarías y Malaquías) y en las pechinas los cuatro evangelistas (San Marcos, San Lucas, San Juan y San Mateo).

En las bóvedas de cruceria de la nave, diversas figuras angelicas con filacterias escritas en latin, en el intrados de los arcos fajones y en las enjutas de los arcos formeros atributos relativos a la Eucaristía (racimos, espigas, panes, cálices, hostia y cordero) y en los entrepaños de la tribuna figuras con las Sibilas de la Antiguedad. En las bóvedas del crucero alegorías de las virtudes cardinales y teologales: Fé, Esperanza, Caridad, Prudencia, Justicia, Fortaleza, Templanza y Religión, como medios para conseguir la salvación.

En la bóveda donde se situa el coro, vemos a Dios Padre con una gloria de ángeles músicos, mientras que en el muro de los pies se representa el misterio de la Encarnación.

En las pinturas al fresco de la parte alta del presbiterio vemos la representación de un pelicano dando de comer a sus crias (alegoria de la Eucaristia) y la adoración de la eucaristia por todos los santos; a ambos lados del Retablo Mayor, San Pedro a la izquierda y San Pablo a la derecha, como pilares de la iglesia católica romána.

En los muros laterales del presbiterio, en el lado izquierdo escena del martirio de San Mauro y en el lado derecho el martirio de San Andrés, ambos declarados por San Juan de Ribera santos titulares de la Capilla.

El presbiterio situado más alto que el resto del templo, se encuentra flanqueado por una barandilla de bronce obra de Miguel Vielsa. En el presbiterio de cabecera recta se encuentra el retablo mayor diseñado por Bartolomé Matarana y tallado en madera por Francisco Perez en 1600. Los trabajos de estofado y dorado son de Matarana. En él encontramos un lienzo con la impresionante Última Cena de Francisco Ribalta que preside el centro del retablo, obra realizada en 1606. Al lienzo le rodean tres columnas de orden compuesto en cada uno de sus lados realizadas en jaspe verde. También encontramos dos figuras con espigas en las manos recostadas en las volutas recurvadas de su frontón partido. Todo el retablo se encuentra dorado y guarda cierta similitud en su distribución con la portada de la calle que ya hemos descrito con anterioridad. El zócalo del retablo por debajo de las triples columnas se decora con dos relieves policromados representando a Aarón y Melquisedec.

Se da la caracteristica que este lienzo puede ser desplazado de su ubicación para dejar al descubierto la imagen de Cristo en la Cruz que hay oculto detras del lienzo, operación que se realiza todos los viernes del año. Esta obra fue un regalo de Margarita de Cardona y se encontraba en una iglesia de Silesia. Esta fechado en torno al año 1500 (siglo XVI).

Este lienzo es de lo más destacado de toda la iglesia, en el cuadro podemos ver representado el Santo Caliz tal y como lo podemos observar hoy día en su ubicación en la Catedral de Valencia, que por aquel entonces no se encontraba expuesto a la vista del pueblo, por lo que es seguro que el pintor lo tuvo delante de sus ojos en el momento de pintar el lienzo. En la parte superior del retablo un pequeño lienzo de la Natividad también de Francisco Ribalta de 1610.

En las paredes del transepto, en el lado de la epistola (derecha), frescos de la vida de San Vicente Ferrer: escena del Compromiso de Caspe, escena de la entrega en 1601 de la reliquia de San Vicente Ferrer a los emisarios del Patriarca y la muerte del santo en Vannes (parte superior de entrada a la capilla de San Mauro). En la escena del compromiso de Caspe podemos ver al pintor representado en uno de los personajes concretamente en una figura situada a la izquierda, vestida con blusón negro con golilla blanca y mirando de frente al espectador. Esta imagen se encuentra algo más iluminada que el resto.

En el lado izquierdo del transepto, diversas escenas con representaciones de la tortura de San Vicente Mártir. En una de ellas a San Vicente Mártir le es arrancada la carne con garfios, en otra el tormento de la hoguera y en la tercera la muerte del santo en un lecho de rosas (sobre la puerta de entrada a la sacristía).

Capilla de la Trinidad o de Todos los Santos En la capilla lateral del lado de la epistola (derecha), podemos ver la urna sepulcral con los restos mortales de San Juan de Ribera. Se trata de una obra del escultor Joaquin Vidal y diseñada por Vicente Marzo. La urna esta sostenida por leones dorados.

En el centro del retablo encontramos un lienzo pintado en 1796 por Juan Bautista Suñer (1750-1815) que representa la última comunión de San Juan de Ribera. Sobre el Altar pinturas al fresco obra de Matarana con la "Déesis" o Intercensión de la Virgen María y San Juan Bautista ante la Santisima Trinidad y en los muros laterales la asamblea de todos los Santos. En ella podemos ver a distintos santos en procesión: Santa Catalina de Alejandría, Santa Bárbara, Santa Agueda, San Gregorio, San Francisco, San Agustin, Santo Domingo, Santa Lucia etc.

Anteriormente el centro del retablo lo ocupaba el lienzo del Ángel Custodio obra del italiano Vincenzo Conto que ahora se encuentra debajo del coro alto.

Al igual que ocurre con el Retablo Mayor la pintura de Suñer puede ser ocultada para dejar a la vista del público la urna con los restos mortales de San Juan de Ribera. La urna del santo fue robada por los franceses y vuelta a reconstruir a finales del siglo XIX, está realizada en madera sobredorada y plateada.
 

En las paredes laterales de la capilla dos lienzos uno de Joan de Sariñena obra de 1607, con el "Venerable Francisco del Niño Jesús y la Virgen" y la otra con "Santo Tomás de Aquino", realizada en 1800 por Vicente Castelló y Amat (1787-1860).

Capilla de la Virgen de la Antigua En la capilla de enfrente encontramos la Capilla de la Virgen de la Antigua, con un retablo realizado en 1601 por Pedro de Gracia y Francisco Perez. En el centro una tabla renacentista de Nuestra Señora de la Antigua, obra del portugués Vasco Pereyra (1540-1618) realizada hacia 1600. Esta imágen es copia de la que se encuentra en Sevilla.

Flanqueando a la Virgen de la Antigua frescos de Bartolomé Matarana representando a San Joaquin y Santa Ana (padres de la Virgen). En los muros laterales escena de la Visitación a Santa Isabel con los retratos del monje carmelita fray Francisco del Niño Jesús y del venerable Pedro Muñoz, ermitaño de Puzol que se encuentra enterrado en el crucero de la iglesia. Enfrente la Huida a Egipto con los retratos del dominico fray Pedro Domingo Anadón con dos colegiales y en actitud orante al obispo Miguel de Espinosa colaborador de San Juan de Ribera. Los frescos fueron realizados por Bartolomé Matarana hacia 1602.

Recordar que la Virgen de la Antigua recibe gran devoción en la Catedral de Sevilla y que San Juan de Ribera era natural de dicha ciudad. En la escena de la huida a Egipto podemos ver pintado a un personaje de especial importancia en la vida del Colegio; se trata de un retrato de Miguel de Espinosa (1530-1601), obispo auxiliar de San Juan de Ribera entre 1579 y 1601, mano derecha del Patriarca y primer rector del Colegio. En la pintura se le representa vestido de clerigo y con la mitra encima de una mesa (era obispo titular de Marruecos). Si especial importancia tiene el personaje del fundador del colegio, no menos fue la de este obispo que supo llevar a la práctica y desarrollar con lealtad y fidelidad todas las ideas de San Juan de Ribera.

Capilla de las Benditas Almas o de la Comunión En la capilla lateral del lado de la epistola, encontramos la Capilla de las Benditas Almas, donde además se encuentra el Santisimo Sacramento. En el centro del retablo, realizado por Francisco Pérez entre 1601 y 1605, un lienzo alusivo a las almas obra de Federico Zuccaro (1542-1609). En él vemos a la Virgen María y a Cristo intercediendo por las almas del purgatorio. Pintado en Roma hacia 1600.

En las paredes laterales frescos de Matarana realizados hacia 1603 representando la misa del papa San Gregorio en el monte Celio y en la de enfrente escena con un pasaje de la vida de San Judas Macabeo. En ella vemos los sufragios ofrecidos por Judas Macabeo después de la batalla.

Capilla de San Vicente Ferrer Frente a esta, la Capilla de San Vicente Ferrer. El retablo es Obra de Francisco Perez entre 1601 y 1605. En el centro del retablo un lienzo pintado por Francisco Ribalta en 1605, con la escena de la aparición de Cristo al Santo en presencia de Santo Domingo de Guzman y San Francisco de Asís. Dicha escena representa la curación milagrosa del santo ocurrida en la ciudad francesa de Avignon en 1398.

La anterior advocación de esta capilla era la de los Santos Juanes, pero seguramente cuando fue traida la reliquia de San Vicente Ferrer a Valencia, cambio la titularidad de la capilla por la de este santo valenciano.

Las pinturas al fresco realizadas por Matarana hacia 1603, representan diversas escenas relacionadas con la llegada de la reliquia de San Vicente Ferrer a Valencia en octubre de 1601 y destacan porque en ellas podemos reconocer perfectamente varios monumentos y lugares de la época.

Sobre el techo del coro, pinturas al fresco representando a Dios Padre en compañia de ángeles músicos, también de Bartolomé de Matarana.

En el transepto podemos encontrar dos puertas gemelas, la puerta del lado del evangelio conduce a traves de una pasillo a la sacristía, mientras que la puerta del lado de la epistola a la Capilla de San Mauro. Ambas puertas realizadas en 1599 por el tortosino Joan Gaspar Bruel en orden dórico.

La capilla de San Mauro es una pequeña habitación cuadrada donde se encuentran los restos de este niño mártir cuyos restos fueron encontrados en Roma en 1599 y traidos a Valencia por voluntad del Arzobispo San Juan de Ribera. En la capilla encontramos un retablo en cuyo centro y protegidos por un cristal se encuentran los restos del santo mártir, a excepción de la cabeza que se encuentra en un relicario en la capilla de las reliquias. Los mismos se encuentran en una arqueta de madera forrada de terciopelo rojo por su parte superior.

San Mauro, era hijo del tribuno Claudio que fue asesinado por el emperador Numeriano por ser cristiano. Sus hijos, entre ellos Mauro fueron decapitados en el 283 (siglo III). San Mauro es el tercer patrón de Valencia, después de San Vicente Ferrer y San Vicente Mártir y además es abogado de las lluvias. Mauro es nombre procedente de la provincia romána de Maurus en el norte de Africa.

La sacristía Mayor es una habitación de planta rectangular, en cuyas paredes encotnramos lienzos de Francisco Ribalta, Vicente López y Camarón. La cajonería de madera de nogal, es obra de Pedro de Gracia. Tiene rango de capilla por lo que se encuentra presidida por una imágen de Cristo Crucificado.

Adosada al muro que forma el paso entre la sacristía y la sala de reliquias encontramos una pila lavamanos. Realizada en mármoles y jaspes de distintos colores en 1599, sus tres grifos de bronce se hallan enmarcados por cuatro pilastras con capiteles de mármol blanco de Carrara. Por encima de estos, un altorrelieve con el emblema eucaristico omnipresente en todas las dependencias del colegio. Remata el conjunto un frontón curvo, adornado con un pequeño obelisco y dos adornos de bolas.

A traves de la sacristía accedemos a la Capilla de las Reliquias, situada detrás del Altar Mayor. En esta sala fueron reunidas en 1607 todas las reliquias diseminadas por la iglesia, capilla que fue construida con este único fin. En esta pequeña sala cuadrada encontramos un pequeño altar y un gran armario donde se guardan las reliquias. De sus paredes cuelgan diversos lienzos de finales del siglo XVI y principios del XVII.

Este gran armario fue decorado por el dorador Tomás Gil de Bolanyos y el pintor Tomás Hernández. Preside la estancia un altar con un lienzo que lleva por titulo "Triptico del Juicio del alma", obra de Luis de Morales de 1567. En él podemos ver que la imágen del difunto es la cara del arzobispo San Juan de Ribera, cuando era joven y siendo obispo de Badajoz.

Los muros de la sala están cubiertos por un alto zócalo de azulejería y la bóveda está pintada por Jerónimo Chavarri en 1608. Entre los cuadros que encontramos en la sala destaca "La oración de Cristo en el huerto de los olivos" obra del cremonés Antonio Campi.

Fotos gentileza de Salvador Raga Navarro de www.caminodesanvicentemartir.es
Entre las reliquias que se encuentran catalogadas encontramos: un craneo de uno de los Santos Inocentes, tierra del santo sepulcro, una de las espinas de la corona, el velo de la Virgen María, el cinturon de San Pascual Baylón y diversos lignun crucis e innumerables reliquias de santos y mártires. Podemos encontrar hasta un total de 38 relicarios de distintos tipos, en forma de cajas o arcones, con forma de brazos o de bustos.

Junto a la sala de las reliquias se encuentra otra sala de planta cuadrada; es la conocida como Sala de Ornamentos, donde se guardan las vestiduras usadas en los distintos actos religiosos. Destaca la capa pluvial del arzobispo San Juan de Ribera, bordada en 1599 y que fue utilizada por el arzobispo para unir en matrimonio al rey Felipe III y a Mariana de Austria en la Catedral de Valencia.

De vuelta a la iglesia, en el suelo del crucero se conserva la lápida sepulcral de San Juan Ribera, en cuya cripta estuvo enterrado hasta 1796 en que fue beatificado y sus restos pasaron a la actual capilla de la Trinidad o de Todos los Santos.

Vueltos otra vez al vestibulo de entrada a la iglesia, otra puerta situada enfrente da paso al segundo vestibulo, y desde aquí accederemos al claustro, uno de los más antiguos y puros patios renacentistas de España. No obstante tal vez tengamos que salir a la calle y entrar por la puerta de al lado para acceder a este segundo vestibulo, cuadrado y mas pequeño que su homologo.

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